Suunto y Strava declaran la guerra a Garmin: Hardware y software en disputa.
Dos frentes legales en una misma semana
Garmin, uno de los gigantes mundiales en tecnología GPS y relojes deportivos, atraviesa un momento complicado. En menos de una semana, la compañía estadounidense fue demandada por dos pesos pesados de la industria: la plataforma Strava y el fabricante finlandés Suunto. Ambas acusan a Garmin de infringir patentes —aunque por motivos distintos—, lo que podría derivar en fuertes sanciones e incluso la suspensión temporal de ventas de varios de sus modelos más populares.
La demanda de Suunto: Sensores, antenas y diseño
El 22 de septiembre, Suunto presentó una demanda en el Tribunal del Distrito Este de Texas, una jurisdicción habitual para casos de propiedad intelectual en Estados Unidos. La empresa, hoy propiedad del grupo chino Liesheng, acusa a Garmin de violar cinco patentes que cubren desde el diseño metálico de antenas y carcasas de relojes hasta tecnologías de medición de la respiración y detección automática del swing en golf.
Según el reclamo, los relojes Garmin Fenix, Epix, MARQ, Instinct, Venu, Forerunner y Approach incluirían estas funciones sin autorización. Suunto busca una compensación económica y una orden judicial que prohíba la venta de dispositivos con las características en disputa.
De prosperar, la medida afectaría directamente a gran parte del catálogo de Garmin, lo que podría alterar significativamente su negocio global.
Strava también lleva a Garmin a los tribunales
Apenas una semana después, el 30 de septiembre, Strava interpuso su propia demanda en un tribunal federal de Colorado. En este caso, la compañía estadounidense acusa a Garmin de haber vulnerado patentes relacionadas con las funciones de «segmentos» y «mapas de actividad», pilares de su ecosistema social para deportistas.
El reclamo incluye, además, la supuesta violación de un acuerdo de cooperación firmado en 2015, que permitió la integración de segmentos en dispositivos Garmin. Según Strava, la empresa amplió de manera unilateral esas funciones más allá de lo pactado, al tiempo que impuso nuevas normas para el uso de su API, exigiendo la presencia del logo de Garmin en toda visualización de datos compartidos por desarrolladores externos.
Un golpe desde el hardware y otro desde el software
Aunque las demandas coinciden en el tiempo, no están relacionadas entre sí. Suunto apunta al corazón tecnológico de los relojes —hardware y sensores—, mientras que Strava se enfoca en el ecosistema digital y las herramientas sociales que conectan a millones de corredores y ciclistas.
Juntas, representan un doble desafío para Garmin: uno que cuestiona su ingeniería y otro que pone bajo la lupa su relación con socios y plataformas.
Lo que está en juego
Garmin no ha emitido declaraciones oficiales sobre ninguno de los casos, limitándose a un «sin comentarios» habitual en procesos judiciales en curso. Sin embargo, los analistas coinciden en que el impacto potencial es considerable.
Si los tribunales fallan a favor de Suunto o Strava, Garmin podría verse obligada a rediseñar componentes clave, pagar licencias retroactivas o incluso retirar temporalmente modelos del mercado, tal como ocurrió con Apple en 2024, cuando debió suspender la venta del Apple Watch por una disputa de sensores de oxígeno.
Por ahora, los consumidores no se verán afectados: todos los dispositivos de Garmin continúan disponibles, y los juicios recién comienzan. Pero si se dictan medidas cautelares o acuerdos extrajudiciales, algunas funciones podrían desaparecer silenciosamente en futuras actualizaciones.
Un síntoma del cambio en la industria
Estos casos reflejan una nueva etapa en el mundo del fitness tech. Durante años, las disputas de patentes se concentraron en el sector de los smartphones, mientras los relojes deportivos convivían con relativa paz. Pero a medida que las marcas compiten por perfeccionar sensores, algoritmos y experiencias integradas, los choques legales parecen inevitables.
Tanto Strava como Suunto buscan defender su propiedad intelectual y fortalecer su posición en un mercado cada vez más competitivo. Garmin, por su parte, enfrenta una doble presión: mantener su liderazgo en innovación sin perder terreno en los tribunales. ![]()


