Cuatro claves para trail running rumbo a Wings for Life World Run.
Subidas, bajadas y solidaridad
El próximo 4 de mayo, corredores de todo el mundo se unirán en un mismo objetivo: apoyar la investigación para curar las lesiones de médula espinal. Wings for Life World Run regresa con su tradicional formato solidario y, como siempre, desafía los límites: en esta carrera no existe una meta fija, porque es la línea de llegada la que persigue a los participantes.
Ya sea desde el asfalto o desde la montaña, todos están invitados a sumarse. Pero si eliges vivir la experiencia en plena naturaleza, algunos consejos pueden hacer la diferencia para disfrutar cada kilómetro y enfrentar las exigencias del terreno. Subidas que cortan la respiración, bajadas que requieren máxima concentración: moverse bien en el cerro es clave para llegar lejos.
A continuación, compartimos cuatro claves esenciales para correr en trail y llegar preparado a este desafío global y solidario.
1. Trotar en las subidas suaves
Cuando el terreno lo permita, trotar en las subidas puede ayudar a mantener un ritmo constante sin agotar demasiado la energía. Se recomienda un trote muy suave, con pasos cortos y rápidos, inclinando ligeramente el cuerpo hacia adelante. Los brazos deben moverse relajados a los lados y la vista mantenerse al frente. El apoyo debe hacerse con la parte delantera del pie, evitando levantar demasiado las rodillas para conservar fuerza y avanzar con ligereza.
2. Caminar en las pendientes exigentes
Cuando la inclinación del terreno se vuelve extrema, caminar es la mejor estrategia. Solo atletas de alto rendimiento logran correr en esas condiciones sin agotarse. En este caso, conviene inclinarse hacia adelante, apoyar las manos sobre las rodillas y utilizar la fuerza del core y la espalda para impulsarse. La zancada puede ser un poco más larga que en subidas suaves, pero sin perder ritmo. Además, es importante mantener la cabeza erguida para facilitar la respiración.
3. Buscar la estabilidad en bajadas suaves
En las bajadas de poca pendiente y terreno firme, la clave está en soltarse controladamente. Las zancadas deben ser amplias y los aterrizajes firmes, apoyando primero el talón para amortiguar el impacto. Los brazos acompañan el movimiento, desplazándose más que en una corrida plana para ayudar al equilibrio. También es recomendable inclinarse levemente hacia atrás para ganar estabilidad. Para enfrentar estos tramos con seguridad, es fundamental trabajar el fortalecimiento de los cuádriceps.
4. Controlar la técnica en bajadas técnicas
Cuando el descenso se complica con terreno inestable o rocoso, la técnica debe ajustarse. El cuerpo debe inclinarse ligeramente hacia atrás para controlar la velocidad, los brazos abrirse más para mantener el equilibrio y la vista enfocarse siempre en el próximo punto de apoyo. En estos casos, el aterrizaje es más plano, apoyando gran parte de la planta del pie. Para moverse con seguridad en estas condiciones, es vital fortalecer no solo las piernas, sino también trabajar la propiocepción a través de ejercicios específicos. ![]()


