Dos tercios de mujeres son víctimas de acoso mientras corren, revela estudio en Inglaterra. Investigación de la Universidad de Manchester expone el miedo y los peligros que enfrentan a diario las corredoras.
Un estudio de la Universidad de Manchester ha descubierto que más de dos tercios de las mujeres sufren acoso mientras corren, y las víctimas afirman que ya no denuncian el abuso a la policía porque se ha convertido en una «ocurrencia cotidiana».
Amenazas, abuso verbal y agresiones físicas
La investigación revela que las mujeres encuestadas en el noroeste de Inglaterra experimentaron amenazas, abuso verbal y objetos lanzados mientras hacían jogging.
Lucy, una corredora de 39 años entrevistada por The Guardian, relató que dejó de correr después de ser seguida por niños de 10 años en bicicleta que la amenazaban con agresión sexual.
Abuso verbal predominante
El estudio encontró que el tipo más común de abuso era el verbal, con un 58% de las mujeres encuestadas indicando que lo habían experimentado. Además, el 19% de las mujeres informaron ser seguidas mientras corrían, y el 7% dijo haber sido objeto de exhibicionismo.
Normalización del acoso
Las académicas detrás del estudio, la Dra. Caroline Miles y la Prof. Rose Broad, expresaron que no les sorprendieron los resultados y destacaron lo normalizada que está la experiencia para las mujeres encuestadas.
Preocupación por crímenes graves y baja tasa de denuncias
El temor a crímenes graves como violación o asesinato también fue un hallazgo clave. Solo el 5% de los casos se denunciaron a la policía, y las mujeres expresaron diversas razones para no hacerlo, desde la normalización del acoso hasta la falta de confianza en la capacidad de la policía para actuar.
Llamado a la acción y cambio cultural
Miles y Broad esperan que los hallazgos ayuden a las fuerzas policiales a desarrollar nuevas formas de ayudar a las mujeres que enfrentan abusos durante el ejercicio. Además, abogan por una conversación más amplia sobre el acoso y el abuso, con la esperanza de impulsar un cambio cultural.
Miles enfatizó: «La clave es trabajar con niños y hombres para abordar las actitudes sexistas y misóginas que subyacen a este tipo de comportamiento».
Broad concluyó: «No son todos los hombres, pero siempre son hombres».