Félix, enfermo de Parkinson, no puede caminar pero puede correr. Cuando Félix, español de 64 años, deja de correr es cuando su enfermedad se hace evidente. En ese momento, tiene dificultades para controlar cada movimiento: «Tengo Parkinson atípico, pero un día me di cuenta de que podía correr y, en cambio, caminar es imposible», comenta.
Necesita ayuda para ponerse incluso sus zapatos deportivos, pero cuando hace ejercicio, su cuerpo rebelde se vuelve capaz de avanzar incluso sin la ayuda de su hija. Lo que experimenta Félix es muy común entre los pacientes con Parkinson. Según explica su médico, el neurólogo Alejandro Méndez Burgos, «cuando realizan actividades que pertenecen a circuitos diferentes al de la marcha – que es automático y es el más afectado por la enfermedad de Parkinson-, las realizan correctamente porque están usando otro circuito diferente». Por lo tanto, cuando quedan bloqueados, se les enseña el truco de fingir que están subiendo una escalera, ya que con este otro circuito también logran evitar quedarse pegados al suelo.
Hace más de quince años, a Félix le diagnosticaron un tipo de Parkinson para el que las terapias existentes no son efectivas, pero él no se da por vencido: «El ejercicio es esencial para esta enfermedad». Por eso corre, y durante los minutos de su carrera, logra no sentirse atrapado por la enfermedad.
Hoy quiero compartir lo maravilloso que es el cerebro. Este es mi padre, padece Parkinson desde hace más de 15 años y es corredor de toda la vida.
Necesita silla de ruedas y apoyo para poder caminar, pero correr… Ahí os dejo un video para que veáis…#runner #running pic.twitter.com/AaIOmBm0PD
— Lou (@LouRG23) 16 de marzo de 2023