«Sirena de Hielo» brilla con tres medallas de oro en Mundial de Invierno de Estonia.
Coronación en las gélidas aguas del Mar Báltico
Bárbara Hernández, la «Sirena de Hielo», ha conquistado el Campeonato Mundial de Natación de Invierno en Estonia, llevando a Chile a la gloria con tres medallas de oro en las difíciles condiciones del Mar Báltico en Tallin.
Victoria en tres distancias
La atleta chilena no solo se impuso en una, sino en tres disciplinas, alzándose como campeona en los 200 metros libre, 450 metros libre y 200 metros pecho. En un acto de destreza y determinación, desafió las aguas gélidas, donde la temperatura no superaba los dos grados, y superó las adversidades del oleaje para alcanzar la cima del podio.
Trabajo duro y disciplina: Claves del éxito
Para Hernández, sus logros no son fruto de la suerte, sino del trabajo constante, esfuerzo, alimentación adecuada y disciplina. Colaborando estrechamente con su entrenador, Gabriel Torres, utiliza herramientas como la Banda Cardiaca y el Fénix 7s de Garmin, que le proporcionan datos esenciales para planificar su entrenamiento, evaluar sus avances y prepararse para cada competencia.
Éxito continuado en condiciones extremas
Este triunfo en el Winter Swimming World Championship se suma a sus éxitos anteriores en el primer lugar en las categorías de un kilómetro nado libre, 450 metros libre y 200 metros libre en la Gdynia World Cup de Natación en Polonia, donde las temperaturas promediaron los 2.6 grados a principios de febrero.
Desafiando la adversidad: Claves para navegar en aguas gélidas
Bárbara Hernández comparte su perspectiva única sobre cómo enfrenta las adversidades del mar, destacando la importancia del entrenamiento del cuerpo para controlar la respiración y evitar la hiperventilación en aguas frías. Además, subraya la relevancia del control mental, ya que la angustia no puede prevalecer en el momento de la competencia, donde se revela lo mejor y lo peor de ella al encontrarse vulnerable. Su hazaña en Estonia resalta no solo su habilidad atlética, sino también su fortaleza mental ante los desafíos extremos del deporte invernal.