Un año antes de lo previsto: PUMA cumple su gran meta ambiental.
Un paso adelante en la estrategia ambiental de la marca deportiva
PUMA ha logrado un hito importante en su camino hacia la sostenibilidad: cumplir un año antes de lo previsto su objetivo de fabricar el 90% de sus productos con materiales reciclados o certificados. Esta meta, establecida originalmente en 2021, se concretó en 2024 gracias a un aumento sostenido en el uso de textiles con menor impacto ambiental.
Ese año, la compañía utilizó un 13% de algodón reciclado y aproximadamente un 75% de poliéster reciclado en su línea de productos. Estos materiales permiten reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
«Alcanzar nuestro objetivo antes de tiempo es una muestra del gran trabajo en equipo entre todos los colaboradores de PUMA y nuestros socios de fabricación», afirmó María Valdes, directora de producto de la marca. «Seguiremos con este impulso para encontrar nuevas formas de reducir nuestra huella ambiental, en línea con nuestros objetivos de sostenibilidad ‘Vision 2030’«.
Innovación en reciclaje textil: el proyecto RE:FIBRE
PUMA también ha tomado la delantera en el reciclaje textil dentro de la industria, con su iniciativa RE:FIBRE, un proyecto que transforma residuos industriales y postconsumo en nuevas materias primas. En 2024, el 13,9% del poliéster utilizado en prendas de vestir de la marca ya provenía de este sistema de reciclaje circular.
A diferencia del poliéster reciclado tradicional, que suele fabricarse a partir de botellas plásticas, RE:FIBRE representa un paso hacia una economía más regenerativa dentro del sector textil.
Reducción de emisiones: Logros y metas al 2030
En materia climática, PUMA ha seguido colaborando con sus principales proveedores para disminuir las emisiones en su cadena de suministro. Entre 2017 y 2024, las emisiones generadas por bienes y servicios adquiridos se redujeron en un 17%.
En sus propias operaciones, la reducción fue aún más significativa: un 86% menos de emisiones en comparación con 2017. Este avance fue posible gracias al uso exclusivo de electricidad renovable en oficinas, tiendas y almacenes —incluyendo la compra de certificados de energía renovable—, a la incorporación de vehículos eléctricos en su flota global, y a la instalación de dos plantas solares a gran escala en su sede central y en un centro de distribución en Alemania.
A largo plazo, la compañía se ha comprometido a reducir en un 90% sus emisiones directas y en un 33% las de su cadena de suministro para 2030, en comparación con los niveles de 2017. Estas metas se alinean con los objetivos científicos establecidos para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C respecto a los niveles preindustriales.
Derechos humanos y condiciones laborales en foco
Además del enfoque ambiental, PUMA reforzó en 2024 su compromiso con los derechos humanos y las condiciones laborales. La empresa organizó nuevas formaciones para los trabajadores de su cadena de suministro, abordando temas sensibles como el acoso sexual. Desde 2021, más de 290.000 empleados y trabajadores en fábricas han recibido estas capacitaciones.
En el mismo período, el salario promedio —incluyendo horas extra y bonificaciones— pagado por los proveedores principales de la marca fue un 66% superior al salario mínimo, tres puntos porcentuales más que el año anterior.