Caster Semenya logra fallo clave en Estrasburgo y reaviva debate sobre derechos de atletas.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos reconoce que no tuvo un juicio justo en Suiza
La doble campeona olímpica de los 800 metros, Caster Semenya, obtuvo un respaldo parcial de la Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que ratificó una sentencia previa de 2023 y concluyó que la sudafricana no tuvo un juicio justo en su apelación ante el Tribunal Federal suizo. Semenya había impugnado las regulaciones de World Athletics que exigen a las atletas con diferencias en el desarrollo sexual (DSD) reducir sus niveles de testosterona para poder competir en pruebas femeninas.
El TEDH determinó que las autoridades judiciales suizas no brindaron a Semenya las garantías procesales necesarias al tratar su caso, particularmente al revisar el fallo del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que respaldó las reglas impuestas por World Athletics. Sin embargo, el tribunal no consideró probadas las denuncias de discriminación, violación a la privacidad ni la falta de acceso a un recurso efectivo que también habían sido parte de la demanda.
Una lucha que va más allá del atletismo
Aunque el fallo no anula las actuales regulaciones de World Athletics ni cambia su aplicabilidad inmediata, sí representa un paso relevante en la larga lucha de Semenya y otras atletas DSD por competir sin someterse a intervenciones médicas. Desde 2019, la sudafricana ha estado excluida de las pistas al negarse a seguir el tratamiento hormonal requerido para disminuir sus niveles de testosterona por debajo de 2.5 nmol/L durante al menos seis meses, como establece la normativa vigente.
Actualmente alejada de la competición y enfocada en el coaching, Semenya ha afirmado que su lucha ya no es por volver a correr, sino por la defensa de los derechos humanos de las atletas. «Se trata de poner los derechos de las deportistas en primer lugar. Es una batalla por los derechos humanos», declaró tras conocerse el fallo del TEDH, al que asistió en persona junto a su equipo legal.
Un debate legal y ético sin resolver
El veredicto de la Gran Sala del TEDH permite que el caso vuelva a ser revisado en los tribunales suizos y mantiene viva la discusión sobre la legalidad y proporcionalidad de las reglas que afectan a las atletas DSD. La resolución ha sido calificada como un punto de inflexión por expertos en derecho deportivo, quienes señalan que podría tener implicancias más amplias en otras disciplinas como la natación y el fútbol.
Yasin Patel, abogado deportivo, afirmó que «los organismos deportivos y el Comité Olímpico Internacional deben actuar con rapidez para repensar regulaciones que podrían ser anuladas por no cumplir con estándares legales adecuados».
Por su parte, World Athletics se ha mantenido firme en su postura, defendiendo sus reglas como «necesarias, razonables y proporcionales» para proteger la categoría femenina. En un comunicado anterior, el organismo internacional explicó que su único interés ha sido garantizar una competencia justa, negando cualquier intención discriminatoria.
El camino que queda por delante
Semenya, de 33 años, no busca volver al alto rendimiento, pero su caso sigue siendo emblemático en la intersección entre el deporte, la ciencia, el género y los derechos humanos. El fallo del TEDH no cambia de inmediato la situación reglamentaria, pero allana el terreno para futuras impugnaciones judiciales y presiona a las federaciones a replantear sus normativas.
Mientras tanto, el debate continúa abierto: ¿puede la búsqueda de una competencia justa justificar tratamientos médicos forzados? ¿Dónde trazar la línea entre regulación y discriminación? En medio de estas preguntas, Caster Semenya sigue siendo una de las voces más firmes en defensa de quienes, como ella, solo quieren correr.